XII
Durmiendo, giramos como planetas
que dan vueltas en su pradera de medianoche:
una caricia nos basta para saber
que no estamos solas en el universo, ni siquiera cuando dormimos:
los sueños fantasmas de dos mundos
recorren sus pueblos fantasmas, casi se hablan.
Me desperté con el murmullo de tus palabras,
pronunciadas años luz-oscuridad atrás
como si hubiera sido mi propia voz la que hablaba.
Pero tenemos voces diferentes, incluso en el sueño,
y nuestros cuerpos, tan parecidos, son sin embargo, tan diferentes
y el pasado, resuena en nuestra sangre,
se carga con un lenguaje diferente, diferentes significados-
aunque en cualquier crónica del mundo que compartimos
podría escribirse con un nuevo sentido
que fuimos dos amantes de un mismo género,
que fuimos dos mujeres de una misma generación.
Versión: Gabby De Cicco
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